Una fotografía excelente y unos
actores simpáticos evitaron que la peli se me empalagara. Se trata de una
comedia romántica y de moraleja previsible, basada en unos viajes en el tiempo.
La cosa no es muy original y no aguanta unos análisis muy profundos; pero
Rachel Mc Adams es preciosa, el director Richard Curtis sabe manejar los
tiempos de la historia y viene bien que, cada cierto tiempo, alguien te diga:
Carpe Diem.
Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...
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