Una fotografía excelente y unos
actores simpáticos evitaron que la peli se me empalagara. Se trata de una
comedia romántica y de moraleja previsible, basada en unos viajes en el tiempo.
La cosa no es muy original y no aguanta unos análisis muy profundos; pero
Rachel Mc Adams es preciosa, el director Richard Curtis sabe manejar los
tiempos de la historia y viene bien que, cada cierto tiempo, alguien te diga:
Carpe Diem.
Hay una tierra donde el verde y el rojo libran una batalla encarnizada para que los miren. Esbeltas torres de ladrillo, surgen del suelo, milagrosas. Mírame a mí, dicen. Fueron minaretes de las viejas mezquitas que los adustos antepasados del Pirineo convirtieron en iglesias. Los álamos, que crecen altos y fuertes desde la frescura, no se dejan vencer. Miradnos a nosotros, gritan también. Es una tierra tan hermosa que un británico se quedó sin respiración al ver un atardecer. Es un país de pueblos escondidos en los barrancos, esperando que pase el hielo del invierno ártico y el calor del verano bereber. Siempre esperando a ver lo que mandan otros, lo que dicen otros. En una espera sin esperanza. Es una tierra de bellezas solitarias y únicas. Y es mi tierra. Como en otras nocheviejas, mi cuñado y yo, ron en mano, huimos de la tele convencional, a pesar de nuestra respetable edad. En la del 2024, le puse unos vídeos de Youtube de "Los gandules" . Y nos reímos a mandíbula suelta...
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