Ir al contenido principal

La jaula dorada.



Cuando escuchaba la radio, de joven, oí “Uma casa portuguesa”, cantada por Amalia Rodrigues. Aquella canción se quedó para siempre en mi alma. Y el sonido alegre y fraternal de sus versos, que, obviamente, no entendía, me venía de vez en cuando a la boca, trayéndome una sensación difusa de felicidad, de perfección, que no conseguía explicarme.

Al ver esta película, en la que aparece la canción en algunos momentos, he comprendido el porqué de aquellas sensaciones. La familia, el amor al trabajo bien hecho, la saudade de los emigrantes portugueses en Francia. Siempre recordando la casa familiar que quedó allí, en el lejano país, allí donde se comía tan bien y éramos tan felices. Aunque el trabajo estaba aquí y hay que trabajar para comprar un segundo taxi, para ganarse otro jornalico, porque aquí se ahorra, porque este es nuestro sitio ahora. Y no hay que quejarse y no hay que dar que hablar. La orgullosa laboriosidad del emigrante que vino de un lejano mundo rural. Yo la he visto. Gallegos en Suiza, aragoneses en Barcelona, sorianos en Zaragoza, portugueses en París, ecuatorianos en Madrid.

Se trata de una comedia amable, que se atreve alguna vez con los conflictos de clase que aparecen entre patrones (los franceses) y los inmigrantes; pero que no deja de transcurrir por los cauces esperados. Unos excelentes Rita Blanco y Joaquim de Almeida interpretan a los Ribeiro, incansables trabajadores, a los que el director y guionista Alves premiara con un edulcorado final.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Haz las maletas.

En la redes de Musk reinan los bulos. En las tertulias de la tele, los que aspiran a tener un cargo en el cuarto Reich. Y en los bares y en las calles se empiezan a ver camisetas que nadie en su sano juicio se hubiera puesto hace diez años. Algunos llevan camisetas rememorando la 250 Infanterie-Division del ejército de Hitler. Ese ejército que causó una guerra en la que murieron más de 60 millones de personas, especialmente en la Unión Soviética. En España, donde siempre hemos tirado más a la poesía, a la 250 Infanterie-Division se la conoce por División Azul. En uno de los bares donde reposto, suele haber un cuarentón que lleva una camiseta con bastantes manchas. La camiseta luce una bonita rojigualda y el lema: "Esta es mi bandera. Si te ofende, te ayudo con las maletas". Dicho lema, todo hay que decirlo, no adolece de faltas de ortografía. El ligero sobrepeso del muchacho y sus horarios, parecidos a los míos, sugieren que vive de una paga, como mucha gente en mi barrio. ...

Ramón Llull

Hace unos meses, mi compañero Salva, me dejó en el casillero una breve biografía en cómic del teólogo y filósofo mallorquín. De las mareas de papel de su vecino despacho, salen a veces regalos agradables en forma de libros inesperados, guías descatalogadas u obsoletos manuales. Yo, envenenado y apasionado siempre por los viejos libros, agradezco feliz esos regalos. "Dinosaurios en el siglo de los bits, nacidos impresos y condenados a morir en algún contenedor de papel ", podríamos recitar, siguiendo al gran Zitarrosa.  Del cómic, perteneciente a la colección Cascaborra ediciones "Biografía en viñetas" , no tengo mucho que decir. El guión y el dibujo son de Marc Gras . Y el color lo ha puesto Nae Ed. No me siento capaz de juzgar el trabajo. Lo cierto es que me abrió el hambre, ya que lo que contaba el cómic y lo poco que yo sabía de él se me quedaba corto. Llull nació en la recién conquistada Mallorca. Su familia había seguido a Jaime I desde Barcelona. Y creció en e...

Causa justa

Muchos críticos cinematográficos consideran al "drama judicial" como un género en sí mismo. En esas pelis, lo normal es que los jueces sean justos, neutrales y sabios. Los abogados se afanan, casi siempre a contrarreloj, en buscar o rebatir pruebas y en convencer al jurado. Y al final, hay una sentencia lógica y consecuente que resuelve el drama.  "Causa justa" es un drama  de 1995 que tiene todos los ingredientes para ser interesante: manglares, calor, el racismo en los Estados Unidos, la pena de muerte y sobre todo, a Sean Connery. ¡Qué guapo era ese hombre! Ves cualquiera de sus películas y te haces gay o nacionalista escocés. Con mozos así, no me extraña que el Scottish National Party mantenga el 40% del apoyo electoral. La Chunta Aragonesista no pasó nunca del 15%. Se conoce que el bueno de Labordeta no era tan atractivo. Aunque, ahora que lo pienso, el diputado Jorge Pueyo sí que daría como el nuevo James Bond de la Ribagorza. No todo está perdido en el pequeñ...