Ir al contenido principal

Pelis del verano.



Como recordatorio e inventario personal, enumero las pelis que he visto este verano. No sé si esta entrada llega a reseña y desde luego, no aspira a ser una recomendación, Dios me libre. Las circunstancias obligaban a ver cine para niños. Y como buen tío, eso es lo que hice.

Ya casi he olvidado la española “Pancho, el perro millonario”. Creo que se debieron gastar poco en la película. Yo sí que me lo gasté en palomitas y en fantas.

Me gustó “Maléfica” (“Maleficient”), de Disney. Se trata de una versión alternativa del cuento de la bella durmiente, que presume de muchos efectos especiales y de la Jolie con trajes ceñidos. Aunque quizá era un poco oscura para los niños, espero que los chavales sacaran dos conclusiones: que no hay nadie totalmente bueno ni malo y que la madre natura siempre acaba siendo más poderosa que nosotros, incluso de maneras que nos pueden parecer horribles.

Me obligaron a ver en vídeo “La guerra de papá” (1977), y me gustó. Se trata de una adaptación bastante literal que hizo el prolífico Mercero de la novela “El príncipe destronado” del gran Delibes. Recordaba levemente haberla visto; pero creo que esta vez capté mejor la leve amargura que empapa la vivencias cuotidianas del pequeño protagonista. La historia, a través de sus trastadas, de sus descubrimientos, indulgente pero sutilmente, nos lleva a las casas de los vencedores, de los poderosos, de los tristes. Sentí un leve desasosiego cuando el protagonista y su hermano sacaron la vieja pistola usada en aquella guerra.

En lo que se refiere a dibujos animados, también subvencioné dos visionados:“Como entrenar a tu dragón-2”, de Dreamworks y “Campanilla, hadas y piratas”, de Disneytoon. La primera impresiona técnicamente; pero la trama aburrió hasta a los críos. Amenazan con una tercera entrega. En lo que se refiere a la segunda, la cosa no fue tan terrible como imaginaba. Al menos, hay algo de subversivo en que sean las pequeñas niñas hadas las que venzan y humillen a los viriles piratas. Qué astutos son los de esta franquicia. Parece que la cosa va de secuelas y precuelas enroscadas y en cada secuencia se puede adivinar publicidad de algún parque temático. Todo sea para que sigamos consumiendo y deformando un poco más la mente de los muchachos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El secreto de Santa Vittoria.

Golpe de estado en los USA, yo no encuentro el boli, Hitler sigue matando niños en el gueto de Gaza, estas peras de San Juan no tienen ningún sabor, a Macron le pega su mujer, las materias primas se van acabando y la única receta es aumentar el presupuesto militar para la gran rapiña final. Solo nos queda la ilusión de que cuando Bildu, ERC o Pueyo, el de Fonz, fuercen al camarada Pedro a convocar elecciones, el año que viene, la candidata a la presidencia del gobierno sea la madrileña, a ver si se dan el gran batacazo, nos reímos mucho y ellos aprenden de una vez qué es España (y Portugal). Cuando uno envejece en tiempos tan oscuros, se aferra como un aterido náufrago a sus viejos cánones, a sus libros y pelis preferidas. Nos encerramos en nosotros mismos, en nuestras listas y en nuestros hábitos. " En tiempos de tribulación, no hacer mudanza " recomendaba el santo soldado de Loiola. Y muy arriba entre las películas de mi canon está "El secreto de Santa Vittoria" (...

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

El niño que miraba al mar (Luis Eduardo Aute)

Tomás, compañero y sin embargo, amigo, me manda esta fervorosa reseña del concierto que compartimos la semana pasada: ¡Aute sigue en plena forma! Será porque nos mentalizamos para un homenaje al maestro, al que suponíamos agostado, será por envidia; pero es lo primero que me sorprendió de un concierto vibrante de música, letra y ritmo. Fue en La Rambleta, en Valencia el 28 de noviembre. Aute ya tiene 71 años, nunca ha exigido mucho a su voz y las mesas de mezclas hacen maravillas, pero todo eso no desmerece que sonó limpio e intenso. Uno no puede menos que preguntarse cuál será el secreto de su vigor, y cómo aplicárselo. Cantó las canciones de su último disco “El niño que miraba el mar” y algunas de sus discos anteriores, ya 46 años componiendo. Al final del concierto se centró en las históricas las de los 70 y 80 después de haber amagado tres veces con terminar e irse. Total 3 horas sin descanso. Se hicieron cortas. Le acompañaron tres músicos muy buenos, incluido s...