Me he vuelto a hacer unas risas con este pequeño opúsculo que retrata tan bien el país. Ya lo había leído en la red; pero hace poco vino Joaquín Carbonell a la librería Primado, a presentarlo (junto con una novela) y a cantar algunas canciones de sus últimos discos. Así que no podía evitar comprar esta pequeña broma profundamente seria (Carbonell dixit).
Los autores se lo debieron pasar muy bien redactando este estatuto alternativo al oficial y una ironía, a veces sutil, a veces agria, empapa todo el "articulado"."Artículo 10: La Universidad. Todo aragonés está ya licenciado en derecho, mientras no se demuestre lo contrario. Con esta medida se ahorrará una gran cantidad de dinero y de tiempo a la comunidad. (...) Queda prohibido el graffiti en el interior del campus. Y en el exterior, la tuna (...)"
Si no se cuentan los conciertos nostálgicos con Labordeta o La Bullonera, Carbonell ya no hace canción o literatura explícitamente "aragonesa"; sin embargo, no puede evitar en esta colaboración, desplegar esa socarronería típicamente baturra, tan desconocida en España.
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