Ir al contenido principal

"My beautiful laundrette". Stephen Frears, 1985


I looked for the film “My beautiful laundrette”, because I was interested in seeing the British actor Day-Lewis in one of his first performances. Surprisingly, I found a well-made movie about love and racism.
London in the eighties: Omar is the son of an unsuccessful Pakistani journalist and politician. Omar is a fragile young man, well brought up, obedient and silent. His uncle Nasser, one of the richest members of Pakistani community, protects him. Nasser makes Omar responsible for one of his filthy laundrettes. He doesn’t expect very much from his nephew, but Omar always smiles and thanks for everything.
But the point of the movie are the secrets Omar hides. Indeed, he is an entrepreneur and he is going to change his uncle’s mucky laundry into a brilliant business. The power which moves him is not other than love. He gives a job to his boyfriend Johnny (Day-Lewis), a typical work-class hooligan. This gay relationship cannot be accepted by the Muslim world of the Anglo-Pakistanis, neither by the racist low-class friends of Johnny, but it doesn’t matter to the lovers, and the laundry cash-register doesn’t stop. In one way, I think this film is smarter than the pretentious “Brokeback Mountain”, because unlike that one, gay love plays here a coherent role.
Stephen Frears used this innovative screenplay by Kureishi to raise doubts about some of the more solid cultural prejudices in intercultural societies. Nasser, Omar’s uncle, is a gangster, as criminal and corrupt as a white British could be. And love between Omar and Johnny is as beautiful, difficult and passionate as the love between two white British gays could be.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Vaya tu ingles es superlativo, y la peli en su momento genial, de todas formas de la filmografía de Stephen Frears me quedo con "los timadores" (cada uno tiene sus manías), así qué para cuando la critica, en ingles por supuesto.

Un saludo y sigue adelante con el blog

Inibi Friker

Entradas populares de este blog

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

Vasil (2)

Vasil (Iván Barneev), un migrante búlgaro, llega a Valencia. No tiene donde dormir. Un jubilado de buena posición social (Karra Elejalde) le acoge en su casa. Para asombro de la hija del jubilado (Alexandra Jiménez), establecen una estrecha relación. Y eso que el padre es más bien rancio. Tienen una afición en común: el ajedrez. Hay largas conversaciones vespertinas, a modo de samar , ciertas desconfianzas; pero son, ante todo y sobre todo, dos seres humanos buscando la humanidad en el otro, en los otros. Con este planteamiento tan sencillo, Avelina Prat construye una película agradable, un poco lenta; pero que deja cierta sensación de paz en el alma. Y siempre nos gusta ver imágenes de la ciudad del Turia.  El planteamiento me llegó a lo hondo. Era inevitable pensar en nuestro amigo búlgaro D, al que también dejaron caer en Valencia hace muchos años y que salió adelante a base de esfuerzo y bonhomía. La directora basó la historia en hechos reales. Me pregunto si conoce a D. Aunque...

El secreto de Santa Vittoria.

Golpe de estado en los USA, yo no encuentro el boli, Hitler sigue matando niños en el gueto de Gaza, estas peras de San Juan no tienen ningún sabor, a Macron le pega su mujer, las materias primas se van acabando y la única receta es aumentar el presupuesto militar para la gran rapiña final. Solo nos queda la ilusión de que, el año que viene, la candidata a la presidencia del gobierno sea la madrileña, a ver si se dan el gran batacazo, nos reímos mucho y ellos aprenden de una vez qué es España (y Portugal). Cuando uno envejece en tiempos tan oscuros, se aferra como un aterido náufrago a sus viejos cánones, a sus libros y pelis preferidas. Nos encerramos en nosotros mismos, en nuestras listas y en nuestros hábitos. " En tiempos de tribulación, no hacer mudanza " recomendaba el santo soldado de Loiola. Y muy arriba entre las películas de mi vida está "El secreto de Santa Vittoria" (1969). Ya se sabe que hay que ubicar en esas listas alguna cosa inesperada, que llame la...