Trascribo unas reseñas que me envía mi primo, desde el pueblo.
"Hace mucho que no te cuento nada de cine ni de libros. Llevo una temporada que no voy al cine ni me apetece ver películas nuevas. Con Clint Easwood he hecho una excepción y me he descargado "El intercambio" y "Gran Torino".
La primera con la Jolie de protagonista, es una película que ya había visto. Una persona, en este caso una madre soltera, que sufre terribles injusticias, el secuestro de su único hijo, abusos policiales e incluso, para rizar el rizo, un internamiento en un terrible psiquiátrico, que al final se resuelven más o menos bien para ella. Como Clint es un genio y, ¡qué coño! uno de mis dioses, la película es superior a la media pero no saldría en ninguna lista de sus veinte mejores películas. Además, no veo a la Jolie en el papel, no me creo que ningún caballero no la retirara de su aburrido trabajo y le pusiera un piso y un par de tiendas.
Gran Torino me ha gustado algo más, un poco solamente, tal vez porque Clint es el protagonista, un viejo cascarrabias, que acaba de quedarse viudo, ex-combatiente y racista que vive en un barrio donde los antiguos vecinos han dado paso a inmigrantes, algo así como "Las Delicias" en Zaragoza, y donde ya no queda nada de su vida y sus valores. Como era de esperar, acaba haciéndose amigo de los vecinos chinos y combatiendo a las bandas que aterrorizan el barrio. De nuevo la sensación de ya haberla visto, pero con el poso que da Eastwood a todas sus películas, sean mejores o peores.
También me he leído "Una novela de barrio", premio internacional de novela negra, de González Ledesma. Un viejo policía que investiga el asesinato de un delincuente que mató treinta años atrás a un niño en un atraco a un banco. El inspector Méndez se sumerge en la vieja Barcelona, la del barrio Chino, perdón el Raval, los bares de viejos, las casas de nenas y los confidentes de toda vida. Todo contado con mucho sentido del humor y cierta nostalgia por la vieja Barcelona. Eduardo Mendoza ha firmado tres novelas muy parecidas, "El laberinto de las aceitunas", "El misterio de la cripta embrujada" y "Aventura del tocador de señoras". Mientras me leía "Una novela de barrio" no podía dejar de pensar si González Ledesma sería un seudónimo de Mendoza, por no aburrir siempre con lo mismo, o simplemente alguien que escribe novelas similares de forma muy parecida. Es muy amena de leer y pasas la mayor parte del tiempo con una sonrisa en la boca. Especialmente recomendable para los lectores de Mendoza".
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