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Con una pistola en cada mano.



Las mujeres hacen cosas irracionales, los hombres hacen cosas estúpidas. Esta peli trata de lo segundo. Es decir; es partidista, sesgada, estereotipada y  truquera. O sea, que no está mal del todo. Retrata a una colección de hombres cercanos a los 50, enfrentándose a las consecuencias de sus autismos emocionales, de sus confusiones, de su falta de educación sentimental, de su egoísmo. A mí, todo eso me sonaba y  aunque nadie aprende en cabeza ajena, no viene mal reírse un poco con las desgracias de los demás atolondrados. Y reírse de los muchos yoes de uno mismo, de nuestros pasados, de nuestras arduas resurrecciones.

Hasta ahora, no había visto ninguna peli de Gay; pero parece ser que es buen director de actores y ha conseguido juntar a un elenco que funciona bien en la pantalla: Eduard Fernández, Sbaraglia, Javier Cámara (el mejor actor del humilde cine patrio), Eduardo Noriega, Alberto San Juan y Jordi Mollà son las víctimas. Candela Peña, Clara Segura, Leonor Watling y Cayetana Guillén Cuervo son las victimarias en esta recopilación de sketches, mal vinculados y cuyos diálogos, teatrales y un poco falsones, parecen preceder a la propia peli. 

Fui al cine con varios amigos. Ellas se lo pasaron de lo lindo viendo a esa colección de separados, divorciados, desengañados y cornudos en general buscando algo de cariño en la oscuridad. Ellos se quedaron más seriotes. Yo, en el fondo, le di gracias a la vida porque me llevaran al cine, le di gracias por el año nuevo, le di gracias por las comedias facilonas que usan un espejo para ser agradables.  

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