Robo este librito en casa de un amigo (pecado venial). Advierto que hace apenas quince años, cuando algo tenía éxito en papel, alguien lo llevaba a internet. Ahora, el viaje es en sentido contrario: las ideas y las ocurrencias se difunden en el mundo virtual y es internet la que tira de la publicación en papel. Y es entonces cuando los autores se ganan un dinerillo.
En este caso, se trata del dibujante Aleix Saló. A raiz del éxito de su segundo libro-comic "Españistán: este país se va a la mierda", sacó el año pasado esta secuela. De nuevo, con explicaciones y reflexiones sobre la catástrofe político-económica que nos ha caído encima. En ambos casos, las obras han tenido un inmenso éxito en forma de trailer a través de Youtube
Ahora, he tenido ocasión de disfrutar de la obra completa. Me parece que el dibujo de Aleix Saló (vivo, claro, certero) funciona mejor en internet que sobre el papel. Supongo que todos los creadores gráficos se han dado cuenta de cuál es el soporte hoy y han evolucionado como han podido. Recuerdo haber disfrutado también con las conferencias-cómic de RSA Animate.
En cualquier caso, lo valioso de "Españistán" y "Simiocracia" es que aportan un conjunto de explicaciones asequibles y razonables sobre la crisis y la postcrisis que cualquier persona con interés en lo público debería leer. Precisamente en "Simiocracia", Saló auto-reflexiona sobre la necesidad que tenemos de explicaciones simplistas y lineales sobre lo que está pasando. Y de cómo los medios de comunicación-incomunicación aportan lo suyo a esa necesidad: " Es la gente, que ha vivido por encima de sus posibilidades", "la culpa es de los chinos", "somos esclavos al servicio de los bancos", "Dios nos ha castigado por los matrimonios gays".
Saló particulariza y como buen ex-estudiante de arquitectura le arrea un poco de leña a los arquitectos. Desde su vanidad, sus "composiciones" y sus discursos "compositivos" y su urbanismo de pacotilla, se han prestado como profesión al pequeño gran desastre inmobiliario español. Dice "algo así como coger una vieja burra asmática y gastarse una pasta en adornarla. Seguirá siendo una vieja burra asmática". Aunque, la parte más interesante de la obrita es la más general: el hincapié en que en el mundo sobreinformado del XXI, es la creencia de que va a ocurrir la catástrofe la que produce la catástrofe. Esta catástrofe que todavía no sabemos cómo acabará.
En este caso, se trata del dibujante Aleix Saló. A raiz del éxito de su segundo libro-comic "Españistán: este país se va a la mierda", sacó el año pasado esta secuela. De nuevo, con explicaciones y reflexiones sobre la catástrofe político-económica que nos ha caído encima. En ambos casos, las obras han tenido un inmenso éxito en forma de trailer a través de Youtube
Ahora, he tenido ocasión de disfrutar de la obra completa. Me parece que el dibujo de Aleix Saló (vivo, claro, certero) funciona mejor en internet que sobre el papel. Supongo que todos los creadores gráficos se han dado cuenta de cuál es el soporte hoy y han evolucionado como han podido. Recuerdo haber disfrutado también con las conferencias-cómic de RSA Animate.
En cualquier caso, lo valioso de "Españistán" y "Simiocracia" es que aportan un conjunto de explicaciones asequibles y razonables sobre la crisis y la postcrisis que cualquier persona con interés en lo público debería leer. Precisamente en "Simiocracia", Saló auto-reflexiona sobre la necesidad que tenemos de explicaciones simplistas y lineales sobre lo que está pasando. Y de cómo los medios de comunicación-incomunicación aportan lo suyo a esa necesidad: " Es la gente, que ha vivido por encima de sus posibilidades", "la culpa es de los chinos", "somos esclavos al servicio de los bancos", "Dios nos ha castigado por los matrimonios gays".
Saló particulariza y como buen ex-estudiante de arquitectura le arrea un poco de leña a los arquitectos. Desde su vanidad, sus "composiciones" y sus discursos "compositivos" y su urbanismo de pacotilla, se han prestado como profesión al pequeño gran desastre inmobiliario español. Dice "algo así como coger una vieja burra asmática y gastarse una pasta en adornarla. Seguirá siendo una vieja burra asmática". Aunque, la parte más interesante de la obrita es la más general: el hincapié en que en el mundo sobreinformado del XXI, es la creencia de que va a ocurrir la catástrofe la que produce la catástrofe. Esta catástrofe que todavía no sabemos cómo acabará.
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Inibi