Merche volvió a acertar cuando
propuso ir al Olympia a escuchar a Pep Gimeno “Botifarra”. Nos habían hablado
de él algunos amigos valenciano parlantes; pero no lo habíamos escuchado nunca.
Cuando empecé a bucear en Youtube, para preparar el concierto, comprendí algo
del por qué del éxito del cantaor de Xàtiva. “Botifarra” ha dedicado su vida a
recopilar la música tradicional valenciana. La de su comarca y las de alrededor,
lo que llaman “Cant d’arrel valencià”;
pero también las viejas ocurrencias en los pueblos, las palabras de los abuelos
“els güelos”, los trabalenguas. Es músico popular, paremiólogo y contador de
historias y “succeïts”. Como han dicho de él, se ha convertido en una fonoteca
con piernas del valencià central. Asumió la tarea colosal e imposible de salvar
una parte importante de la lengua del olvido a la que lo condenaba la diglosia
y la falta de transmisión generacional. Pero además, la fonoteca tiene una voz
que llena las calles y los teatros. Y parece ser lo que es, un tío de pueblo,
simpático y humilde, que se va a cantar las viejas canciones cuando sale del
taller.
Yo vinc del cor de la Costera
Del Poble dels socarrats
Allà on renaix de les cendres
El meu País Valencià.
Comentarios