Darwin tuvo la mejor idea de la historia: la variedad de la vida sólo se puede explicar si unos seres proceden de otros a través de un proceso evolutivo impulsado por la selección natural. A partir de la publicación del "Origen de las especies" dejaban de ser necesarias las fábulas basadas en dioses o en marcianos para entender la biología (o no?).
Javier Sampedro analiza en el libro varios aspectos que el paradigma neodarwinista todavía no explica satisfactoriamente: el salto de las procariotas a las eucariotas; la "explosión cámbrica"; los extraños huecos en las escalas evolutivas y algunos aspectos de la evolución humana. Alejándose radicalmente de cualquier postura creacionista indaga en la genética actual y discute el modelo dominante para encontrar respuestas a esas preguntas.
Se nota que el tipo ha sido un investigador de verdad, de los que publica en el Star System de las revistas científicas; porque sabe de lo que habla. Sin embargo, su lenguaje es comprensible y me ha permitido entender algunas cosas que no tenía claras (por ejemplo, algunos aspectos de los mecanismos genéticos, el papel de la simbiosis en la evolución o la aportación de San Noam Chomsky al conocimiento contemporáneo). En resumen, un placer de librito.
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