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Tu rostro mañana: Fiebre y Lanza.


Con la evidente intención de aficionarme a su escritor preferido, mi primo me regaló "Tu rostro mañana 1. Fiebre y lanza" de Javier Marías (Alfaguara).
Reconozco que hasta ahora había leído muy poco de él y que empecé la lectura con cierta incomodidad inexplicable. Sin embargo, me fui adaptando al texto como quien se acostumbra a unos zapatos nuevos. Aún así, tuve que recurrir a la red para entender que el libro forma parte de una saga, y no he llegado a comprender el porqué de la divisón formal en dos partes, las intituladas "Fiebre" y "Lanza".
Marías se describe a través de un alter ego: Jaime (Jacobo, Yago) Deza, que vive en Inglaterra, como él vivió. El detalle de los varios nombres, como tantos otros detalles a lo largo del texto, no es gratuito y en eso se huele el talento de Marías. La trama se desarrolla lentamente. Incluso decir que hay una trama es exagerar. Sólo hay un inesperado cambio de trabajo, que habría resultado impredecible dada la formación y trayectoria del narrador (profesor español en Oxford). Lo narrado se ve contínuamente interrumpido por el flujo de pensamientos de Deza. En esas largas digresiones está el interés de la novela. Al principio, me sentía un poco cansado de tantas páginas sobre el alma, sobre la traición, sobre la palabra o sobre la mentira. No me sentía demasiado ubicado recibiendo lecciones morales de un señor bilingue y un poco paránoico; pero después les fui cogiendo el gusto. Empecé a caminar cómodo.
Ahora estoy a la espera de que mi primo me regale el siguiente libro de la saga.

Comentarios

Ángel Miguel ha dicho que…
Javier Marías te gusta o no te gusta, pero no deja indiferente a nadie. En sus novelas, y esta no es una excepción, la trama no suele ser lo más importante, el que quiera guiones de cine, o acción, que lea los superventas norteamericanos o Pérez Reverte, puede reflexionar durante decenas de páginas sobre cualquier tema, señalados quedan el alma, la traición, la palabra o la mentira, de una manera deliciosa donde uno lee por el simple placer de leer.

Para que te regale el siguiente libro de la saga tendrás que venir alguna vez por el pueblo.

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