Ir al contenido principal

Dos películas bonitas.


En dos ocasiones que me sentía muy solo, dos pelis vinieron a hacerme compañía. Inevitablemente, les tengo mucho cariño a ambas películas, aunque reconozco que ambas son truqueras, facilonas, falsas. ¿Pero qué sería de la vida, sin algunos trucos de magia, sin un poco de maquillaje, sin historias fáciles? Es decir, ¿qué sería de la vida sin cine?
Era un día festivo hace algunos años y no tenía nada qué hacer. No había quedado con nadie ni me apetecía leer o estudiar. Una lluvia fría estropeaba una ciudad, en la que yo era el único habitante. Recordé que una compañera de trabajo de negros rizos y sonrisa blanca, me había recomendado una peli que estrenaban. Y me fui al cine. Era "Amélie". Y me sentí feliz durante un rato. Y volví a casa sonriendo, con las pupilas llenas de perspectivas de París. Y aquella noche, dormí dulcemente, soñando con morenas ingenuas y sonrientes, como mi compañera de trabajo y como Tautou.
Eran las pasadas navidades. Y me quedé solo en casa y no tenía nada que hacer. Y fuera, había fiesta y se oía a la gente celebrando la vida y yo no tenía nada que celebrar. Me puse "Cinema Paradiso". aunque me sabía algunos de los diálogos y veía venir la historia, me emocioné. Supongo que la música de Morricone tuvo una parte de la culpa. Porque era el cine el que me salvaba de la tristeza y de la rutina, como a todos esos sicilianos de la postguerra, que como mis padres o abuelos, se emocionaban con lo que veían en la pantalla, que reían y lloraban, que huían de la realidad y entraban al paraíso por las módicas "cinquanta lire" que costaba la entrada al cine.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Haz las maletas.

En la redes de Musk reinan los bulos. En las tertulias de la tele, los que aspiran a tener un cargo en el cuarto Reich. Y en los bares y en las calles se empiezan a ver camisetas que nadie en su sano juicio se hubiera puesto hace diez años. Algunos llevan camisetas rememorando la 250 Infanterie-Division del ejército de Hitler. Ese ejército que causó una guerra en la que murieron más de 60 millones de personas, especialmente en la Unión Soviética. En España, donde siempre hemos tirado más a la poesía, a la 250 Infanterie-Division se la conoce por División Azul. En uno de los bares donde reposto, suele haber un cuarentón que lleva una camiseta con bastantes manchas. La camiseta luce una bonita rojigualda y el lema: "Esta es mi bandera. Si te ofende, te ayudo con las maletas". Dicho lema, todo hay que decirlo, no adolece de faltas de ortografía. El ligero sobrepeso del muchacho y sus horarios, parecidos a los míos, sugieren que vive de una paga, como mucha gente en mi barrio. ...

Ramón Llull

Hace unos meses, mi compañero Salva, me dejó en el casillero una breve biografía en cómic del teólogo y filósofo mallorquín. De las mareas de papel de su vecino despacho, salen a veces regalos agradables en forma de libros inesperados, guías descatalogadas u obsoletos manuales. Yo, envenenado y apasionado siempre por los viejos libros, agradezco feliz esos regalos. "Dinosaurios en el siglo de los bits, nacidos impresos y condenados a morir en algún contenedor de papel ", podríamos recitar, siguiendo al gran Zitarrosa.  Del cómic, perteneciente a la colección Cascaborra ediciones "Biografía en viñetas" , no tengo mucho que decir. El guión y el dibujo son de Marc Gras . Y el color lo ha puesto Nae Ed. No me siento capaz de juzgar el trabajo. Lo cierto es que me abrió el hambre, ya que lo que contaba el cómic y lo poco que yo sabía de él se me quedaba corto. Llull nació en la recién conquistada Mallorca. Su familia había seguido a Jaime I desde Barcelona. Y creció en e...

Causa justa

Muchos críticos cinematográficos consideran al "drama judicial" como un género en sí mismo. En esas pelis, lo normal es que los jueces sean justos, neutrales y sabios. Los abogados se afanan, casi siempre a contrarreloj, en buscar o rebatir pruebas y en convencer al jurado. Y al final, hay una sentencia lógica y consecuente que resuelve el drama.  "Causa justa" es un drama  de 1995 que tiene todos los ingredientes para ser interesante: manglares, calor, el racismo en los Estados Unidos, la pena de muerte y sobre todo, a Sean Connery. ¡Qué guapo era ese hombre! Ves cualquiera de sus películas y te haces gay o nacionalista escocés. Con mozos así, no me extraña que el Scottish National Party mantenga el 40% del apoyo electoral. La Chunta Aragonesista no pasó nunca del 15%. Se conoce que el bueno de Labordeta no era tan atractivo. Aunque, ahora que lo pienso, el diputado Jorge Pueyo sí que daría como el nuevo James Bond de la Ribagorza. No todo está perdido en el pequeñ...