Ir al contenido principal

María Moliner y las primeras estudiosas...


El pasado viernes fui a la presentación de este libro en el Centro Aragonés de Valencia.

Obviamente, hubo el preceptivo homenaje a Labordeta. Y es que el impacto de la noticia ha sido tan grande en Aragón como en la diáspora (he visto varias banderas aragonesas con el crespón negro en esta ciudad). La idea era poner la Albada por la megafonía, pero, por aquellas cosas de la técnica, salió esa otra canción, tan labordetiana en la que cita y pide ayuda con sorna a todo el santoral étnico, San Lorenzo, Santa Orosia y... ¿cómo no? la diosa madre, la Virgen del Pilar. A nosotros nos cortó un poco el rollo solemne, pero el abuelo debia estar descojonándose en ese infierno parecido a los Monegros donde lo han metido, destinado a los rojos separatistas y a los borbones gandules.

Vamos a lo serio: el libro en cuestion es un elaboradísimo trabajo de investigación de M.P. Benítez. A mí, como soy de ciencias, me dejó impresionado la meticulosidad y el esfuerzo que la autora ha puesto en esta obra, publicada por el Rolde de Estudios Aragoneses. Tal esfuerzo solamente puede hacerse desde la pasión. La pasión por reivindicar lo maltratado, lo discriminado, lo olvidado. En este caso, la mujer como investigadora en un mundo de hombres y para hombres, por un lado, y las lenguas minorizadas de Aragón, por otro.

Quizá lo mas llamativo, desde el punto de Vista de la gran ciencia filológica, esa que se hace en los madriles, es la aportación a un mejor conocimiento de la figura de la famosa María Moliner, nacida en Paniza, que empezó su gran carrera lexicográfica con el estudio paciente y cariñoso de la humilde lengua de las montañas: la fabla aragonesa.

Cuando ya había acabado la conferencia, de pronto, sonó la Albada. A mí, casi se me atraganta el cariñena.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias por tu interés. Pasé una tarde preciosa en Valencia con todos vosotros.
Pilar

Entradas populares de este blog

Asesinato en el campo de golf.

La realidad siempre supera a la ficción. Ni el mejor Azcona podría haber imaginado la boda cortesana del otro día ni el más inspirado Berlanga, rodarla. Fue una inundación de imágenes ridículas, un tsunami de mal gusto, una representación prodigiosa y completa de todo lo vano y risible de nuestra sociedad. Dicen que el humor siempre ha de apuntar hacia adentro y hacia arriba y apuntar bien la pistola es difícil; pero las imágenes que, como huesos, tuvo a bien echarnos la tele de Ayuso eran una diana gigantesca, grande como un océano de paradojas. Dispararas donde dispararas, acertabas. NO piensen que les deseo unos tiros o unas bombas a los convidados. Sobre eso, volveré más adelante. Al revés, hay que agradecerles a todos que acudieran disfrazados a la iglesia de San Francisco de Borja para alegrarnos la vida y recordarnos, con humor y gracia congénita, cuán estúpido es nuestro reino y cuán absurda es la existencia humana. Dios, gracias por el fuego y por el humor. Semejante orgía de

El niño que miraba al mar (Luis Eduardo Aute)

Tomás, compañero y sin embargo, amigo, me manda esta fervorosa reseña del concierto que compartimos la semana pasada: ¡Aute sigue en plena forma! Será porque nos mentalizamos para un homenaje al maestro, al que suponíamos agostado, será por envidia; pero es lo primero que me sorprendió de un concierto vibrante de música, letra y ritmo. Fue en La Rambleta, en Valencia el 28 de noviembre. Aute ya tiene 71 años, nunca ha exigido mucho a su voz y las mesas de mezclas hacen maravillas, pero todo eso no desmerece que sonó limpio e intenso. Uno no puede menos que preguntarse cuál será el secreto de su vigor, y cómo aplicárselo. Cantó las canciones de su último disco “El niño que miraba el mar” y algunas de sus discos anteriores, ya 46 años componiendo. Al final del concierto se centró en las históricas las de los 70 y 80 después de haber amagado tres veces con terminar e irse. Total 3 horas sin descanso. Se hicieron cortas. Le acompañaron tres músicos muy buenos, incluido s

Informe mongolia: "Papel Mojado"

Ya reseñamos aquí la revista Mongolia. Se trata de una publicación mensual en formato grande, de edición cuidada, con parodia y un humor político que juega constantemente con lo absurdo. Se podría pensar que no tiene mucho mérito,  ya que si algo caracteriza a este Fin de régime es la ruptura de todas las reglas, incluyendo las de la lógica. Mongolia trae todos los meses una sección titulada Reality news, con el aleccionador aviso: "Si se ríe a partir de aquí, es cosa suya". Este libro de la editorial Debate recopila y reelabora varias entregas que han salido en esa sección acerca de la crisis de la prensa tradicional española. Concretamente de cuatro medios: "El País", "El Mundo", "La Vanguardia" y "Público" (QEPD). Y los tipos saben de lo que hablan, ya que varios miembros de la redacción de Mongolia proceden de este último periódico. O sea, que hay algo de resentimiento flotando en el ambiente (y supongo que sueldos sin cobrar). L