Ir al contenido principal

Los secretos del Día D (Larry Collins)

Para descansar la vista de los librotes de Dirección Financiera, busco en las estanterías del despacho del pueblo cualquier cosa. Y me encuentro un librillo titulado "Los secretos del Día D. La historia desconocida del desembarco de Normandía". Es una colección de apuntes sobre las historietas más conocidas de aquella operación: hechos relatados una y mil veces. El librillo va picoteando desde los aspectos más anecdóticos (la selección del nombre en clave "Overlord" o la contraseña extraida del poema de Verlaine: "Les sanglots longs des violins d'automne blessent mon coeur d'une langueur monotone" hasta los asuntos más generales: la indecisión alemana sobre el verdadero punto del desembarco o el papel atribuible y atribuido a los franceses). Como ya comentó "El sapo" en este blog, los vencedores tienden a contar la historia buscando siempre el tourning-point: el momento exacto en que la suerte o la inteligencia (anglosajona, por supuesto), hacen girar la historia en una dirección.




Esas historietas del abuelo quedan entretenidas de leer o de escuchar; pero casi siempre son los procesos de acumulación de fuerzas y las superioridades tecnológicas los que hacen moverse la historia en un sentido u otro. Y eso está más de actualidad que nunca. Los USA y sus aliados hemos necesitado 10 años de guerras-guerrillas, un mini Auschwitz y tres invasiones para, al parecer, localizar (y ajusticiar) a Bin-Laden. Aunque ahora nos contarán con profusión de detalles cómo asaltaron la casa y cómo apretaron el gatillo. En el fondo, me alegro por los familiares de los asesinados en Madrid.

Veo que el libro sobre el día D lo firma Larry Collins, el famoso autor de best-sellers. Supongo que necesitaría dinero y tiró un poco de biblioteca para hacer este trabajo rápido. Leí muchas veces una de las obras que hizo junto con Dominique Lapierre: "El Quinto Jinete".
Es uno de los clásicos del género. La trama era la siguiente: Gadafi pone una bomba atómica en Nueva York y chantajea a los USA. En aquellos años, Gadafi era el anticristo, hoy, solo es un Franco venido a menos, que dice ser el gran paladín contra el islamismo radical. Pero la víctima, en la realidad y en la ficción, era esa ciudad de mestizos, de ricos y pobres, en la que no he estado: Nueva York. Algunos de los mejores párrafos del libro estaban dedicados a esa Babel a la que todos los malos querían (y quieren) destruir.

Comentarios

El Sapo ha dicho que…
Ya veo que estás que te sales. Qué manera de hilar temas!!! Bueno, con lo de Bin Laden no sé si me alegro por alguien porque no sé si me alegro. Creo que estoy más bien perplejo (y nunca lo había estado). Como dice el sobradísimo pero a menudo certero Cavanillas (te recomiendo su blog aunque en pequeñas dosis), tengo tantos motivos para creer hoy que está muerto, como ayer que estaba vivo”. Por otro lado, esa forma tan milito-argentina de “desaparecerlo” tirándolo al mar, las múltiples versiones, los vestigios que nos quedan de respeto por los procedimientos legales, lo chuscas que veo las pelis de Chuck Norris… como dijo alguien el otro día, esto es el GAL de Obama.
De Gaddafi añadiría que en ese tránsito entre Belcebú y Franquito, ha pasado por esa fase de mafioso simpático regenerado (como el de Niro de “terapia peligrosa”) que es sin duda lo peor.
Yendo casi al tema principal, casualmente estos días he leido varios relatos sobre estos temas, y sí parece mentira: no sé si es más pueril el partidismo de los que cuentan las historias de parte de los vencidos(qué costará a estas alturas admitir que el hundimiento del Yamato fue un asesinato de masas similar al de Katyn), o nuestra incapacidad para verlo.
Claro, que los que cuentan la historia desde el punto de vista del Eje a menudo desprendan un alarmante tufillo fachón es algo que te predispone.
Pues bien, leí un apasionado y apasionante relato de lo que sucedió tras los famosos 5 minutos (gracias por la cita!) en Midway, episodio nada banal pues en él se fue a pique el 40% de lo que lo hizo en esa batalla. El duelo entre el Yorktown y el Hiryu. Es curioso cómo se suele obviar esta parte, tan importante y devastadora como la anterior.

En cuanto a Overlord en sí, me enteré el otro día de hasta qué punto estuvo cerca de fracasar (al menos temporalmente) si finalmente el mando aliado hubiera distrbuido los machacados efectivos de Omaha hacia los flancos, con probables consecuencias nefastas para el ataque. Esa fuente también haía hincapié en que la guerra la perdió Alemania en el Este…
Ah, te recomiendo un par de historias que te gustarán: la operación del doble de Montgomery (para distraer la atención sobre dónde y cuándo iba a ser el desembarco) y la llamada Operación cadáver, con idéntico objetivo pero sobre el desembarco aliado en Italia.
Saludos y ya debatimos!!
J
El Sapo ha dicho que…
PS: "no sé si es más pueril el partidismo de los que cuentan las historias de parte de los vencidos"
quería decir "de parte de los vencedores", obviamente!!

Entradas populares de este blog

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

El secreto de Santa Vittoria.

Golpe de estado en los USA, yo no encuentro el boli, Hitler sigue matando niños en el gueto de Gaza, estas peras de San Juan no tienen ningún sabor, a Macron le pega su mujer, las materias primas se van acabando y la única receta es aumentar el presupuesto militar para la gran rapiña final. Solo nos queda la ilusión de que cuando Bildu o ERC fuercen al camarada Pedro a convocar elecciones, el año que viene, la candidata a la presidencia del gobierno sea la madrileña, a ver si se dan el gran batacazo, nos reímos mucho y ellos aprenden de una vez qué es España (y Portugal). Cuando uno envejece en tiempos tan oscuros, se aferra como un aterido náufrago a sus viejos cánones, a sus libros y pelis preferidas. Nos encerramos en nosotros mismos, en nuestras listas y en nuestros hábitos. " En tiempos de tribulación, no hacer mudanza " recomendaba el santo soldado de Loiola. Y muy arriba entre las películas de mi canon está "El secreto de Santa Vittoria" (1969). Ya se sabe qu...

Vasil (2)

Vasil (Iván Barneev), un migrante búlgaro, llega a Valencia. No tiene donde dormir. Un jubilado de buena posición social (Karra Elejalde) le acoge en su casa. Para asombro de la hija del jubilado (Alexandra Jiménez), establecen una estrecha relación. Y eso que el padre es más bien rancio. Tienen una afición en común: el ajedrez. Hay largas conversaciones vespertinas, a modo de samar , ciertas desconfianzas; pero son, ante todo y sobre todo, dos seres humanos buscando la humanidad en el otro, en los otros. Con este planteamiento tan sencillo, Avelina Prat construye una película agradable, un poco lenta; pero que deja cierta sensación de paz en el alma. Y siempre nos gusta ver imágenes de la ciudad del Turia.  El planteamiento me llegó a lo hondo. Era inevitable pensar en nuestro amigo búlgaro D, al que también dejaron caer en Valencia hace muchos años y que salió adelante a base de esfuerzo y bonhomía. La directora basó la historia en hechos reales. Me pregunto si conoce a D. Aunque...