Me saqué del vídeoclub "La jungla 4.0". Es la peor de la saga: aburrida y previsible. Los abundantes y caros efectos especiales no son capaces de solventar sus carencias.
Las aventuras de McClane se basaban en dos cosas:
a) la irreverencia y los chistes de Willis, aún en las situaciones más duras (recuerdo con placer los divertidísimos desplantes en "El último boy scout" o en "La jungla 1").
b) los malos que eran muy malos y muy inteligentes (por supuesto, más que McClane) y sus planes malvados hubieran funcionado de no aparecer el muy bestia.
En la última, Willis no tiene gracia. Quizá sea porque le han cambiado a los dialoguistas o por su nuevo aspecto de metrosexual: maduro, rapadito y correcto. Si sigue así, acabará de icono gay. El malo (Olyphant) se parece un poco a José Luis Moreno, en "Torrente 2. Misión en Marbella". Es decir, se parece a su propia parodia. Y su plan, "total fire" en la versión en inglés, no hay quien se lo crea. Incluso el plan de Moreno para destruir Marbella era más realista.
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