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Irina Palm


Nos gustó el trailer; pero se pasó el tiempo y no la pudimos ver en el cine. Afortunadamente, la han sacado en DVD y la vimos la semana pasada.
A mí, me gustó. Quizá esperaba algo más; pero la peli tiene un planteamiento que funciona muy bien durante todo el metraje. Pasé un buen rato. Es la historia de una joven abuela (Marianne Faithfull) que en un último intento para conseguir dinero y salvar la vida de su nieto, desahuciado por el sistema sanitario público, se pone a trabajar en un burdel del Soho. Le hace pajas a los clientes a través de un agujero. Ha dedicado su vida a los demás en un mundo limitado y mojigato y ahora se encuentra a sí misma en una ocupación laboral poco convencional, en la que al parecer, es muy buena. "Tienes la mejor mano derecha de Londres", le dice el chulo (Miki Manojlovic). No sé cómo se denomina técnicamente esa clase de servicio. Los congresistas norteamericanos, expertos en estas cosas, podrán discutir si lo que la protagonista hace es prostitución o no. Lo cierto es que el director (Garbarski) se ahorra tener que rodar sudorosas escenas de cama y le sale una peli apañadita y para todos los públicos.
Para mi gusto, la cinta se resuelve con demasiada facilidad y no quiere indagar en los conflictos sociales y económicos que hay detrás de la historia. Pero en el cine británico siempre hay algo que salva las pelis. Una parte importante del mérito es de los actores. Pero otra parte está en esa capacidad mágica que tienen los directores para hacer de su realidad, nuestra realidad: de alguna manera, todos hemos cogido alguna vez un cercanías en una vieja estación de las afueras de Londres y hemos salido del metro en Oxford St; o todos, alguna vez, hemos paseado por los callejones canallas del Soho, como esa joven abuela que va a su trabajo con el almuerzo y tendinitis en el codo derecho.

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