Ir al contenido principal

Tres pelis de acción.

Como mi primo me dice que tengo el blog muy muerto, comento tres pelis de acción.
La primera es "Caos" (2006). Me saque la peli del video club con mucha ilusión. Me preparé una ensalada de endivias con roquefort y me abrí una botella de blanco de uva Viognier, de donde La Mancha se hace montañosa. Era la primera cena de domingo de esta primavera que viene soleada y hermosa. Pero la peli me sonaba a conocida. Al principio, el argumento me recordaba a la brillante "Plan oculto" pero más deslabazada e inverosímil, y con peores actores. Luego, el jueguecito de pistas facilonas y trucos deus ex machina se me fue haciendo incluso aburrido. Todo me sonaba, como un viejo chiste o un perfume empalagoso. El vino, muy recomendable.
La segunda es "Transsiberian"(2008). Este thriller fue una sorpresa muy agradable. Me esperaba una peli norteamericana, ruidosa, con demasiada acción, basada en giros argumentales violentos y llena de trucos predecibles y me encontre un thriller de tipo europeo, bien construido, verosímil y que sabe mantener la tension y el interes a lo largo del metraje. Su principal reclamo son los excelentes actores Kingsley y Harrelson. Noriega hace de improbable latin lover en medio de la taiga. El mejor momento de la película: cuando le empiezan a pegar al Harrelson y dice la famosa frase: "Somos ciudadanos americanos" y entonces les pegan más.

La tercera es la última entrega de la serie Bond "Quantum in Solace"(2008), con Craig de agente 007. Antes, las pelis de James Bond eran acontecimientos esperados. Influyeron profundamente en la estética del cine de gran consumo. Hoy son telefilmes con poca repercusión. Y eso que han pretendido dotar al personaje de rasgos que lo hacen más interesante: ahora es más frágil y oscuro y de vez en cuando los supervillanos le hacen pupa. La película transcurre en su mayor parte en Bolivia. El atrezzo de las tabernas y las casas bolivianas hace mucha risa. Hay por ahí montado un golpe de estado y unos malos que se quieren quedar con toda el agua de Bolivia o algo así. Aunque todo es pura fantasía, no me extrañaría que en el próximo año, unos malos de carne, huesos y galones, derrocaran al presidente Morales. Y es que la democracia es una mierda cuando no salen elegidos nuestros capataces.

Comentarios

Ángel Miguel ha dicho que…
El nuevo 007 me gusta es más creible, más humano que los anteriores. Las historias han ganado protagonismo en detrimento de los efectos especiales, el nuevo Bond juega al póker, viaja en aviones de línea y utiliza armas convencionales, han quedado atrás, por suerte, los tiempos de Pierce Brosnam, gran decepción, donde había submarinos del siglo XXIII, palacios de hielo, coches voladores y muy poco argumento. Además han recortado media hora el metraje cosa que siempre es de agradecer y más en películas de acción.
Ángel Miguel ha dicho que…
El nuevo 007 me gusta es más creible, más humano que los anteriores. Las historias han ganado protagonismo en detrimento de los efectos especiales, el nuevo Bond juega al póker, viaja en aviones de línea y utiliza armas convencionales, han quedado atrás, por suerte, los tiempos de Pierce Brosnam, gran decepción, donde había submarinos del siglo XXIII, palacios de hielo, coches voladores y muy poco argumento. Además han recortado media hora el metraje cosa que siempre es de agradecer y más en películas de acción.

Entradas populares de este blog

Tintalibre:

Nuestro “Fin de Régime” está siendo, como casi todo en esta estepa, lento y tranquilo, un poco provinciano, un poco hortera, aunque nos las demos de postmodernos.  Aquí no hay Rasputines montando a la zarina, sino el pequeño Nicolás haciéndose selfies con la lideresa y el presidente. Pero todo está cayendo, inexorablemente. Se cae de viejo y de podrido. Son les branques de l’arbre de Pujol. Y se va cayendo todo el sistema del 78. Quizá, al final se acelere el proceso y la cosa deje de ser tan tranquila. La sociedad va descubriendo que no solo era el bipartidismo, sino que los medios de comunicación que sustentaban el entramado de las mamandurrias también se han quedado viejos e inservibles. Enternecedor el “yo no soy un político” del director de La Razón, Marhuenda, ese señor tan rarito y con tantos intereses políticos y económicos, que va a las tertulias a hacer de derechoso leído y digno. Siguen ciegos ante lo que está ocurriendo. Desde hace un año, ya no le...

"Romper el círculo" y "Soy Nevenka"

Después de la tormenta asesina y de la guerra civil en los Estados Unidos, volvemos a la pequeña política de nuestra aldea pequeña.  Parece que el errejonazo fue hace mucho tiempo; pero la dimisión del muchacho solo fue hace un mes. Con ese escándalo, quizás se cierra el ciclo que se inició en enero del 2020. Por primera vez en la historia de la España contemporánea, la izquierda se sentaba en el Consejo de Ministros. Pero los círculos no habían tenido tiempo de cuajar, las cloacas, a modo de sistema inmunológico del Estado, hacían su incansable labor de zapa, y además, llegaron una pandemia, un volcán, la tercera guerra mundial y las tonterías de profe de universidad del gran líder, que huyó un año después. Dejaba como albaceas a un equipo de funcionarios mas rositas que rojos y el encargo de tomar el cielo por asalto a unos muchachos con amplio vocabulario postmarxista pero con las paticas cortas y flojas. Los herederos hicieron lo que pudieron para obligar al pillo de Pedro Sán...

El último concierto.

¡Ay de aquel que nunca haya tenido ninguna afición! ¡Pobre del que nunca se haya esforzado para dominar algún arte! El que nunca haya intentado dibujar, cantar, tocar un instrumento, actuar, cocinar o jugar al ajedrez no sabe lo que se ha perdido. Y digo intentar, porque en el intento es donde está la sal que hace la vida más feliz. Y los más felices entre los mortales son aquellos que el arte ha hecho suyos: los artistas, los profesionales, los que han dedicado una vida entera a un oficio creativo. Los que han sido siempre prisioneros. En su esclavitud quizá han sido libres, luminosos.   “A late quartet” trata sobre ellos. Sobre los profesionales muy cualificados: un cuarteto de cuerda en el final de su historia. Cuando tiene que parar la música y salen los demonios que llevan dentro. Zilberman narra todo esto con sutilidad e inteligencia. Aunque la peli tiene algunos altibajos, valió la pena ir a la sesión golfa de los D’Or.