Ir al contenido principal

Durante la epidemia (8): Actrices británicas.

Una de las cosas más terribles de la epidemia son las canciones animándonos. Una de las pocas que dice algo con sentido es la de Rozalén "Aves enjauladas". En una de sus estrofas, habla de "una primavera radiante, que viene con sigilo..." Se desea lo que no se tiene. No puedo dejar de pensar en lo verdes que estarán los montes con este abril lluvioso y me duelen las botas y los pulmones. Y también pienso en las librerías cerradas y en las ciudades abiertas y sin gente. 

Se desea lo que no se tiene. En una de las series que vimos, alguien comenta lo hermosas que son las tardes de verano en Inglaterra, esa isla sin veranos. En estas noches alargadas y cansinas, hemos visto algunas cosas inglesas en Filmin. Y nos han gustado. Vimos la miniserie "Mrs. Wilson" (2018).  Ruth Wilson interpreta a su propia abuela, desvelando la red de mentiras del difunto Mr. Wilson. También empezamos la durísima  "Kiri" (2018), con una excelente Sarah Lancashire haciendo de trabajadora social. La serie era demasiado dura para los ojos bienintencionados de mi santa. 

Me quedé hasta tarde para ver "Gosford Park" (2001) de R. Altman. Todo me sonaba mucho. Quizá ya la había visto. Quizá esté ya comentada en este aburrido blog. Quizá haya visto muchas cosas parecidas. La disfruté. Y es que lo que parece un Whodunnit, en realidad, es una mirada profunda al clasismo inglés. Todo eso aderezado con un elenco formidable. Los criados querrían ser como los señores, dormir hasta tarde, como los señores. Asesinar como los señores. Y los señores querrían ser como los criados y no tener que simular, no tener que pedir favores, ser libres. Y es que se desea lo que no se tiene.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Presentes

Solamente existen dos cosas: la vida y la muerte. La muerte es el segundo principio de la termodinámica, dominante, omnipresente, invencible. La vida es la lucha absurda, desesperada, contra ese principio. Es la excepción, lo heroico, la guerra que se libra sabiendo que se va a perder. La vida son los pimientos de Padrón, mi sobrino saltando las dulces olas del mar Mediterráneo, Francella haciendo de Sandoval en un juzgado oscuro de Buenos Aires, mamándose como un boludo mientras tiene ideas deslumbrantes. A veces, hay más vida y a veces, hay más muerte. Últimamente, nosotros hemos tenido algo más de lo segundo. Murió un primo de Merche de Albacete. Tenía ilusión por viajar y por hacer fotos a la vida, mientras que el cáncer lo iba derrotando, después de una guerra de cinco años de tratamientos, pruebas, dolores, experimentos, viajes a Madrid, más contra experimentos y más dolores. Pero ese hombretón y su retranca seguirán viviendo. En los mejores diálogos de Muchachada Nui está su c...

El secreto de Santa Vittoria.

Golpe de estado en los USA, yo no encuentro el boli, Hitler sigue matando niños en el gueto de Gaza, estas peras de San Juan no tienen ningún sabor, a Macron le pega su mujer, las materias primas se van acabando y la única receta es aumentar el presupuesto militar para la gran rapiña final. Solo nos queda la ilusión de que cuando Bildu o ERC fuercen al camarada Pedro a convocar elecciones, el año que viene, la candidata a la presidencia del gobierno sea la madrileña, a ver si se dan el gran batacazo, nos reímos mucho y ellos aprenden de una vez qué es España (y Portugal). Cuando uno envejece en tiempos tan oscuros, se aferra como un aterido náufrago a sus viejos cánones, a sus libros y pelis preferidas. Nos encerramos en nosotros mismos, en nuestras listas y en nuestros hábitos. " En tiempos de tribulación, no hacer mudanza " recomendaba el santo soldado de Loiola. Y muy arriba entre las películas de mi canon está "El secreto de Santa Vittoria" (1969). Ya se sabe qu...

Vasil (2)

Vasil (Iván Barneev), un migrante búlgaro, llega a Valencia. No tiene donde dormir. Un jubilado de buena posición social (Karra Elejalde) le acoge en su casa. Para asombro de la hija del jubilado (Alexandra Jiménez), establecen una estrecha relación. Y eso que el padre es más bien rancio. Tienen una afición en común: el ajedrez. Hay largas conversaciones vespertinas, a modo de samar , ciertas desconfianzas; pero son, ante todo y sobre todo, dos seres humanos buscando la humanidad en el otro, en los otros. Con este planteamiento tan sencillo, Avelina Prat construye una película agradable, un poco lenta; pero que deja cierta sensación de paz en el alma. Y siempre nos gusta ver imágenes de la ciudad del Turia.  El planteamiento me llegó a lo hondo. Era inevitable pensar en nuestro amigo búlgaro D, al que también dejaron caer en Valencia hace muchos años y que salió adelante a base de esfuerzo y bonhomía. La directora basó la historia en hechos reales. Me pregunto si conoce a D. Aunque...