De todos los dialectos del
inmenso mundo hispanohablante, el chileno y el castellano del norte de la
península son, posiblemente, los más
distintos entre sí y respecto a los demás. Así que, aunque he oído a menudo el
acento chileno de los labios de compañeros y amigos (Mónica), me costaba seguir
alguna de las conversaciones. Además, han querido darle a la peli un aire de
documental con el color y con la cámara. Mucho movimiento, tomas raritas,
filtro acartonado. Y como era tarde (sesión golfa en los D’Or) la cosa me
pareció pesadota y cansina. Y eso que tanto el contexto histórico como el tema
eran interesantes, muy interesantes.
En 1988, la dictadura de
Pinochet y los Chicago Boys, ante la presión internacional y el rápido
empeoramiento de la economía, tuvo que convocar un referéndum para decidir la
permanencia o no del sátrapa. La peli cuenta la campaña electoral del “No”,
especialmente la creación de las llamadas “franjas televisivas”. Los quince
minutos legales de los que disponían los adversarios del régimen, eran, en la
práctica su única posibilidad de llegar al electorado, como en Canal 9 y Tele
Madrid; pero a lo bestia. Contratan a un publicista estrella que va en
monopatín y no se afeita (Gael García Bernal), que les convence de que no hay
que hablar ni de las torturas ni de los desaparecidos, sino que hay que vender el
“no” como quien vende la coca-cola, con muchos colorines y mucha alegría,
aunque en la calle siga habiendo gas lacrimógeno y tú hayas perdido a un
hermano y una cuñada embarazada. Y como Gael es un tipo muy listo, y la peli
tiene que acabar bien, y a veces, solo a veces, la humanidad va hacia adelante,
pues gana el No y pierden los malos. Yo no me creo mucho la interpretación de Gael, pero supongo que todo se basará en personajes reales. O sea, una peli que trata de lo del medio
y el mensaje y el continente y el contenido y que los profesores vagos pondrán
en las facultades de publicidad y periodismo si de aquí a unos años sigue
existiendo la universidad.
Supongo que todos los que se
han organizado para cambiar y mejorar la sociedad a través de un sistema
electoral, se han tenido que plantear este dilema ¿Cómo han de vender su
mensaje sin venderse ellos mismos? ¿Cómo sumar y avanzar si tantas veces hay que gritar "No!"?¿Cómo vencer al adversario (la dictadura de Pinochet, el
bipartidismo corrupto español) sin convertirte en el adversario?
Comentarios
En el caso del bipartidismo español (curiosa coincidencia con el binario del referéndum en cuestión), la cosa puede consistir en criticar ferozmente las actitudes que tú mismo has practicado como periodista (véase el inefable Civera)... pero como si no las hubieras practicado.
Vamos, como lo de Star Wars:
-Chewy, try to keep your distance but don't look like you're trying to keep your distance
-Hgggweeee!!!? ("how?")
-I don't know! Fly casual!
pues eso, viva el vuelo indiferente.
J