El sábado pasado, sacamos del vídeoclub "El gran Lebowski". Ya sé que todos la hemos visto muchas veces; pero siempre me hace gracia, siempre me parece una obra maestra. Como sabéis, estoy abducido por los Coen.
Además, cada vez que la veo, encuentro cosas nuevas. Esta vez, vi en "El Nota" (ese trasunto paródico de Marlowe) arranques de heroicidad en los que no había reparado otras veces. En el fondo, le duele que la señorita Bunny "te la chupo por 1.500 dólares" pueda sufrir daño por su ineptitud. Claro que intentar hacer algo es muy cansado...
En esta ocasión, puse más atención en Walter, el personaje interpretado por John Goodman. Es grande, ruidoso, agresivo y tonto. Sus manías (Vietnam, el judaísmo) le hacen sufrir; pero al mismo tiempo lo mantienen. No duda en usar la fuerza, aunque suele estropear más de lo que arregla cuando intenta hacer cumplir las normas. Sus normas. Y todo lo convierte en algo ridículo. Pero acaba llorando, abrazado al "Nota", porque está solo, muy solo. Buena imagen de los USA.
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